Fredolics

El fin de semana en Palà de Torroella (Súria) se presentó con frío, con fraseteca, con pastelito bueno, con fredolics y con barbacoa... para mi pasa a ser un finde inolvidable. Sólo nosotros podíamos aceptar unos bolets de un borracho desconocido, y comerlos. Bueno, todo es discutible... R.R conocía a la mujer del borracho Cris, y al parecer la mujer estuvo enamorada de él en la infancia. Los bolets, que eran en mayor parte fredolics, también son conocidos como fumaninjas o fredoligos, pero había algún que otro rovelló. Obviamente, los cocinamos como Cris ordenó, con su ajito y perejil, aunque también nos sujirió la tortilla. Apenas se hubiesen reido de nosotros en el pueblo si morimos intoxicados... Menudos pardales los de ciudad!

Cuestiones existenciales del fin de semana para pensar durante un trayecto en metro o una entrevista de trabajo: Qué función tienen los escarabajos peloteros? Hay algo más impactante que el culo volcán?