lunes, marzo 19, 2007

Nuevos cuentos infantiles

Había una vez una mosca cojonera que iba con su mp3 escuchando a María Isabel mientras volaba y se retocaba las alas aprovechando los reflejos de los escaparates de Gucci y Chanel. La mosca cojonera no era una mosca cualquiera, era una mosca con mucha sensibilidad artística. Las moscas que la conocían le decían: "Apenas eres moscardón pesao... Vente con nosotras a comer mierda, que hemos quedado esta noche a las 22 delante del zurich. Va, va, va, vente, va!". Pero la mosca cojonera les hacía un 30. Ella era más de sobras de la boquería. Solía pasearse por los mercados y la Fundació Miró, la cual tenía unas exposiciones temporales de lo más atrayente.
Pero un día, entre escaparate y escaparate, mercado y museo, la mosca cojonera conoció a un gato volador. El gato volador se había hecho un cambio de especie. Estaba muy feliz de tener alas, pero no tenía amigos. La mosca cojonera le dijo que lo mejor que podía hacer era conectarse al messenger para conocer gente. Además de visitar ocasionalmente el google y diferentes webs porno para evolucionar espiritualmente.
El gato volador descubrió un mundo. Internet. Ya sabía 10 maneras de follar sin quedarse embarazada. Superútil. Se sentía tan cómoda en ese mundo que olvidó sus alas y sus patitas. Pasaron los días, y el gato volador recibió visita de la mosca cojonera. Al verla entrar por la ventana, giró la cabeza pero ni siquiera la saludó. El gato volador estaba en su puto mundo.
La mosca cojonera le pidió al gato volador que le bajase unas canciones de Francisco y Camilo Sesto del emule. El gato volador le pidió un cd virgen, pero la mosca no tenía.
El gato volador se volvió loco, le quedaban muy poquitas neuronas y muchos redbulls en la nevera. La mezcla de lambrusco, redbull, ibuprofenos e internet no es sana. El loco gato volador se volvió psicópata y con un golpe de biblia aplastó a la mosca cojonera.
La mosca cojonera murió, menos mal que llevaba un polo lacoste por lo que fue enterrada muy dignamente. El gato volador todavía sigue delante del ordenador, sin remordimientos, sin conocimiento y sin cds vírgenes.



Moraleja: Trabajar en un colegio me está afectando.

7 comentarios:

pichulines dijo...

jajaja, te afecta para bien... seguro.

es un cuento muy al estilo de los niños de hoy... que en vez de sacar ceros sacan unos por defecto... mejor no evaluarlos.

el final del cuento es como debe ser.

pichulines dijo...

por cierto... no te estarás convirtiendo en la nueva gloria fuertes???

envía tus cuentos por sms, así llegarán a todos los niños (también vale el msn o la play)

Anónimo dijo...

akest conte esta també una mica inspirada en la nostra cosina marta xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD es normal e........avisa a suns pares del ke fa la filla ke apenes akabara sen puta i embarassa enseguida ke comenci a tenir la regla.....apenes.......va CARME ( no karma) deja de joderme i para de ser joven nacional!!!!

Anónimo dijo...

q guen cuento pueh!sha te contare uno mio de mitolojia japonesa che..!je je..

Anónimo dijo...

Obviamente, el gato volador eres TU, con tu mesenger y tu falta de sentimientos hacia la pobre mosca, que lo unico que quería era volar.

karma dijo...

pichu: un respeto a gloria fuertes, no me compares. apenas los niños de hoy estan de puñetazo continuo. no es normal que un niño de 3 años vaya vacilando de ropa H&M.

v de vistoria beckham: aquest conte es ficcio. cualquier parecido con la realidad es pura casualidad, o no. :P regala'm roba de color rosa pels meus nens.

dani: tenía que desahogarme de algun modo. espero tu cuento.

Marmottina dijo...

el gato voladorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr oyeahhhh
Por cierto k nick mas osea tienes ozimandias, desde el cariño eh? aunke no sepa kien eres... D